EL BOSQUE DULCE PATRIA
“Que, o la tumba serás de los libres o el asilo contra la opresión”. Dicen que en el Bosque se escribió la canción Nacional. Que Eusebio Lillo habitó en esta parte de la ciudad y que, precisamente en “Lo Lillo”, habría encontrado la sublime inspiración para componer las estrofas que le fueran encargadas. “y tu campo de flores bordados… y majestuosa es la blanca montaña…” ¿no podrían ser acaso los parajes agrestes habituales de una época en que era impensado poblar densamente la tierra fértil como en el hoy?, las tierras de El Bosque, antaño agrarias, bien merecen semejante leyenda.
Quise hurgar en la Historia y en honor a la verdad, no hallé las fuentes valederas que verificaran la autenticidad de semejantes “oídas”. ¿Debiéremos quedarnos sólo con el contento de una pobre y pintoresca postal. O con la posesión de un antiguo romance inscrito en el discurso republicano, regeneración ritual del orden y el Estado?
El Bosque y las formas de su habitar son sin duda de larga data. Pero los pasajes de mayor significado en nuestra memoria se hallan inscritos en la irrupción del protagonismo poblador de mediados de siglo XX en adelante, junto al resto de las zonas periféricas de la metrópolis, en especial la zona sur.
Mario Garcés dice, refiriéndose a este proceso político y urbano:
“Refundar la ciudad no era sólo un problema de conseguir una vivienda digna, sino de “poblar” en un sentido más amplio, es decir de apropiarse del espacio urbano para hacer posible el desarrollo de nuevas formas de Sociabilidad, con un fuerte acento en la auto organización, la vida comunitaria, el desarrollo local y la democracia directa.”[1]
El nuestro es en realidad un territorio simbólico. Un paisaje que se ha llenado de “patria” con el correr de los tiempos, un continente Histórico machacado, entre dolores y esperanzas, por el mundo popular y sus ciudadanías.
Para nosotros la “Patria” ha significado, simple y llanamente, la búsqueda de la felicidad Humana. La fundación de un lugar de pertenencia e identidad para los subalternos y postergados. Desde los márgenes, nuestra “Patria” ha pugnado por ejercer su derecho al reconocimiento por parte de la Polis convencional, dominante y hegemónica.
Hoy y quizás como nunca en la Historia, el presente se instala como un ruidoso enjambre de contradicciones. Mientras la vida se estandariza como una marea, absorbente y homogenizante, que inunda todos los territorios, forzando y colmando con bienestar y confort “modernos” todos los rincones y márgenes, nunca antes se había experimentado quizás, una convivencia tan irritante entre mundos, clases y grupos, imaginarios de segregación tan abismantes… nunca habíamos estado tan enajenados de la racionalidad del centro como en este “abundante” momento de Hoy.
Mis “compatriotas” miran con perplejidad y algo de asombro, como son persistentemente erradicados imaginariamente, en esas extrañas ideas de “ghetto” que circulan por los canales del poder. Mientras otros alimenten sus miedos y temores ancestrales metropolitanos, nosotros seguiremos apropiándonos del futuro para gozar de la felicidad negada… no les odiamos, menos aún les tememos.
De este lado de la polis seguiremos conquistando territorios. De este lado de la polis y por sobre las evidentes miserias y vicios de la exclusión, seguiremos poblando las cartografías de las utopías, buscando comunidades, solidarizando, colectivizando angustias y desafíos, tejiendo la verdad pública, educándonos para la igualdad, enseñando nuestro relato a los que vendrán, poetizando la vida… siguiendo a Garcés; “seguiremos poblando…”, haciendo la “patria prometida”.
Por cierto, sí hallé datos interesantes acerca del autor. Hombre ilustre, fundador de la “sociedad de la igualdad” a mediados del XIX, junto a Bilbao, Arcos, dos artesanos y otros. Revolucionario, dirigente de las primeras expresiones de descontento social frente al orden injusto. Peligrando su vida, fue finalmente deportado al Perú donde radicó por años, vuelve a la “Patria” para morir en la modestia…
Esta es quizás la esencia de sus estrofas, sus verdaderas estrofas… y son nuestras, nuestro Bosque es su “campo de flores bordados y su blanca montaña”. Sus Hijos le saludan.
Quise hurgar en la Historia y en honor a la verdad, no hallé las fuentes valederas que verificaran la autenticidad de semejantes “oídas”. ¿Debiéremos quedarnos sólo con el contento de una pobre y pintoresca postal. O con la posesión de un antiguo romance inscrito en el discurso republicano, regeneración ritual del orden y el Estado?
El Bosque y las formas de su habitar son sin duda de larga data. Pero los pasajes de mayor significado en nuestra memoria se hallan inscritos en la irrupción del protagonismo poblador de mediados de siglo XX en adelante, junto al resto de las zonas periféricas de la metrópolis, en especial la zona sur.
Mario Garcés dice, refiriéndose a este proceso político y urbano:
“Refundar la ciudad no era sólo un problema de conseguir una vivienda digna, sino de “poblar” en un sentido más amplio, es decir de apropiarse del espacio urbano para hacer posible el desarrollo de nuevas formas de Sociabilidad, con un fuerte acento en la auto organización, la vida comunitaria, el desarrollo local y la democracia directa.”[1]
El nuestro es en realidad un territorio simbólico. Un paisaje que se ha llenado de “patria” con el correr de los tiempos, un continente Histórico machacado, entre dolores y esperanzas, por el mundo popular y sus ciudadanías.
Para nosotros la “Patria” ha significado, simple y llanamente, la búsqueda de la felicidad Humana. La fundación de un lugar de pertenencia e identidad para los subalternos y postergados. Desde los márgenes, nuestra “Patria” ha pugnado por ejercer su derecho al reconocimiento por parte de la Polis convencional, dominante y hegemónica.
Hoy y quizás como nunca en la Historia, el presente se instala como un ruidoso enjambre de contradicciones. Mientras la vida se estandariza como una marea, absorbente y homogenizante, que inunda todos los territorios, forzando y colmando con bienestar y confort “modernos” todos los rincones y márgenes, nunca antes se había experimentado quizás, una convivencia tan irritante entre mundos, clases y grupos, imaginarios de segregación tan abismantes… nunca habíamos estado tan enajenados de la racionalidad del centro como en este “abundante” momento de Hoy.
Mis “compatriotas” miran con perplejidad y algo de asombro, como son persistentemente erradicados imaginariamente, en esas extrañas ideas de “ghetto” que circulan por los canales del poder. Mientras otros alimenten sus miedos y temores ancestrales metropolitanos, nosotros seguiremos apropiándonos del futuro para gozar de la felicidad negada… no les odiamos, menos aún les tememos.
De este lado de la polis seguiremos conquistando territorios. De este lado de la polis y por sobre las evidentes miserias y vicios de la exclusión, seguiremos poblando las cartografías de las utopías, buscando comunidades, solidarizando, colectivizando angustias y desafíos, tejiendo la verdad pública, educándonos para la igualdad, enseñando nuestro relato a los que vendrán, poetizando la vida… siguiendo a Garcés; “seguiremos poblando…”, haciendo la “patria prometida”.
Por cierto, sí hallé datos interesantes acerca del autor. Hombre ilustre, fundador de la “sociedad de la igualdad” a mediados del XIX, junto a Bilbao, Arcos, dos artesanos y otros. Revolucionario, dirigente de las primeras expresiones de descontento social frente al orden injusto. Peligrando su vida, fue finalmente deportado al Perú donde radicó por años, vuelve a la “Patria” para morir en la modestia…
Esta es quizás la esencia de sus estrofas, sus verdaderas estrofas… y son nuestras, nuestro Bosque es su “campo de flores bordados y su blanca montaña”. Sus Hijos le saludan.
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[1] Mario Garcés D. La revolución de los pobladores treinta años después…
LASA, XXIV Internacional Congress, Dallas, Texas, 27-29 de marzo, 2003.
Panel: La revolución social en el Chile de Allende: treinta años después. Una significativa y mucho más completa obra del mismo autor es Tomando su sitio; El movimiento de pobladores de Santiago de 1957 a 1973. LOM ediciones 2002.
4 comentarios:
Con respecto a la refundación de la que habña Garcés, tambien se puede pensar en refundar las maneras de conseguir esa vivienda digna. Como por ejemplo este joven asturiano, que camboa casa, por un zapato:
http://www.mobuzz.com/shows/3045.html
Saludos.
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