martes, noviembre 21, 2006

DILEMAS: CORRUPCION V/S TRANSPARENCIA
A raíz de probables actos de corrupción que han ocurrido en una o dos instituciones públicas se ha generado en la opinión pública la sensación que “somos todos corruptos”. A dicha idea contribuyen los medios de comunicación y las opiniones de políticos que aprovechando tales hechos “disparan” al Gobierno. Pero, tal percepción es engañosa y dista mucho de la real dimensión del fenómeno mismo y además daña la imagen de país en un mundo globalizado y complejo. Nada se niega, es cierto que hay situaciones localizadas, pero con ello no es necesario generar la idea que en nuestro país impera “el llegar y llevar”.

Hoy, el imperativo para las instituciones públicas es equilibrar su efectividad de gestión con la transparencia de sus actos. Los sistemas de control tienen un papel muy importante para responder a los desafíos.

Concuerdo con el argumento que sostiene M. Marcel en el sentido que “el instrumento de control apropiado para asegurar transparencia es la auditoria, orientada a asegurar el cumplimiento de la legalidad y la fidelidad de la información. Para ejercer una auditoria efectiva, el auditor debe tener las competencias profesionales adecuadas, la inteligencia necesaria para detectar los ardides de los corruptos y contar con independencia respecto del auditado y de las acciones que está auditando”. Marcel sentencia que “la efectividad de la acción de las instituciones públicas no se evalúa a través de la auditoria interna o externa, sino a través del control de gestión”.

Además si se busca modernizar los sistemas de control hay que comprenderlo mas allá de una estrecha visión de contabilidad donde lo que aparece importante es “cuadrar” los ingresos con los gastos dejando de lado el ¿cómo se llevo a cabo un determinado programa o proyecto?, ¿ cual fue su cobertura?

En el caso de los municipios que son las instituciones más cercanas a los ciudadanos y, por esta razón, son mas imputables al juicio y a la opinión cuando realizan o dejan de realizar un determinado acto. Es por ello que los municipios en sus actuaciones están llamados a garantizar la transparencia en la vida pública local mediante el establecimiento de diversos mecanismos y principios. Con ello se busca alcanzar el mejor funcionamiento de los servicios junto con la defensa y garantía de los derechos de la ciudadanía.

Para hablar de transparencia, es necesario partir de una definición, aunque sea breve, de aquello que busca combatir la corrupción. También se ubica en esta lógica la noción de Contraloría Social como una forma específica de participación social. La Contraloría social es el desarrollo, por parte de individuos o grupos, de actividades de control y vigilancia de las acciones de interés público que ellos mismos o el municipio realiza.

Un Municipio será transparente si en sus prácticas cumple con la normativa que regula su gestión en las etapas de planeación y ejecución de sus recursos y proyectos (factor institucionalidad). Si además ofrece información pública comprensible, oportuna y verificable (factor rendición de cuentas y visibilidad). Si rinde cuentas a la ciudadanía, a las entidades nacionales y a los organismos de control (factor rendición de cuentas y visibilidad.).Si fomenta la participación ciudadana en la formulación, ejecución y vigilancia de los proyectos de inversión y de los programas sociales (factor participación ciudadana).

Lo contrario a la transparencia son conductas que se desvían de la función pública reglamentada debido a una “consideración privada” para obtener beneficios pecuniarios o de rango; o la violación de reglas por consideraciones de carácter privado. Sin embargo, no hay que olvidar que, aunque la corrupción se considere como una práctica negativa, puede reflejar patrones sociales de conducta. Es decir, su explicación, y por lo tanto su solución, van más allá de la comprensión de intereses individuales.